Peregrinaciones en el Perigord Verde

Tierra de bosques y prados

El Périgord Vert es la parte menos conocida, pero no por ello menos interesante, de la Dordoña, situada en el norte de la Dordoña, al principio de la región de Aquitania, con un clima menos seco que en el sur.

En el corazón del parque natural regional de Périgord-Limousin y atravesado por la N21, el Périgord Vert se puede visitar cortando las carreteras departamentales. Por ello, la mejor manera de visitarla es perderse, en el camino, lo que permite descubrir lugares desconocidos o castillos misteriosos en la curva del camino y que a menudo es posible visitar.

Pero también para conocer a la población local y a los habitantes de las pequeñas explotaciones. Muchos lugareños estarán encantados de contarle, mientras toman un café, su historia o la de su granja, que a menudo son pequeñas historias dentro de la gran historia. Es como si recorriéramos nuestros recuerdos en una máquina del tiempo: recuerdos de la resistencia, leyendas de la Edad Media con nombres de lugares muy insólitos: El pozo de la bruja, el agujero del diablo, el árbol del ahorcado. Nombres auténticos, diviértete buscándolos.

Cubierto de colinas boscosas, el Périgord Vert es el lugar ideal para relajarse, especialmente en Brantôme, la Venecia Verde, llamada así por el río Vézère que atraviesa la ciudad. Como escala en el Camino de Santiago, Brantôme ofrece una variedad de lugares para descubrir su patrimonio cultural y natural.

En un próximo artículo sobre Brantôme, volveremos a hablar de ello con más detalle.

A pocos kilómetros, desvíese hacia la ruinosa pero encantadora abadía de Boschaud, perdida en medio de los prados.

No olvide dar un paseo por Saint Jean de Côle, nombrado uno de los pueblos más bonitos de Francia.

En mayo se organizan las Floralies, un evento floral con un tema diferente cada año. Reúnen a varios miles de personas en un lugar donde sólo viven unos pocos cientos. Muy impresionante… ¡y hermoso!

Pero para los que prefieren sumergirse en las profundidades de la Dordoña, visite la cueva de Villars. Esta cavidad natural tiene tanto interés natural con sus estalactitas, estalagmitas y concreciones como prehistórico con sus pinturas de 19.000 años de antigüedad, testimonio del arte de nuestros antepasados.

Con toda esta energía gastada, ahora puedes ir a comer o a descansar en los alrededores.

Ahora, con estos "aperitivos", puede empezar a recorrer los caminos del Périgord Vert. Y no olvide detenerse a charlar, ya que se le revelarán nuevos lugares para visitar.

¡¡¡Que tengas un buen paseo…!!!